Ayer estuve dibujando en las casas de estos anónimos valientes.
Comparto algunas de las páginas del cuaderno. En mi blog hay algo más:
Ella es Ainhoa. Vive con su abuela Manoli, su padre y su tío es ese piso.
Está haciendo las tareas del cole. No se la ve con muchas ganas porque mientras dibujo a su abuela me pregunta muchas cosas.
Manoli habla muchísimo "¿Qué episodio de mi vida quieres que te cuente?" Se nota que éste que está viviendo ahora, es uno de muchos.
Manoli compró un piso junto a su hija y el banco acabó sacandolo a subasta por impago. Se les acabó el trabajo y el dinero. Ellas a la calle. Manoli buscó abogados, gente que la pudiera ayudar y habló con los del 15 M.
"No se puede vivir con el miedo en el cuerpo. Todas las revoluciones han sido de la gente pobre. Somos más que ellos."
Vive rodeada de cajas de cartón y muebles que le han cedido unos y otros.
"Yo sé que este piso no es mío: No tengo papeles y en cualquier momento nos pueden echar de aquí, pero yo necesito un techo y un alquiler que poder pagar con mi pensión de 300 euros mensuales. Yo no pongo las cortinas en las ventanas hasta que no tenga los papeles en regla."
Viene una vecina y continúan hablando.
Cuando entraron en La Corrala, muchas de las tuberías estaban picadas por los mismos albañiles que las hicieron. Las contratas no habían recibido el dinero cuando la inmobiliaria quebró. Ellos han hecho arreglos para poder vivir allí. Tuvieron luz durante quince días, luego se la cortaron. Con el agua pasó igual. El ayuntamiento después les puso una fuente en la calle de detrás para lavar la imagen, es de risa.
Bajo la escalera y voy hacia la fuente. Una familia entera llena varias botellas de cinco litros allí. Me apetece dibujarlos pero me da vergüenza hacerlo.
En Sevilla trenta y seis familias viven la La Utopía.
6 comentarios:
...es que es muy difícil dibujar cuando las cosas de verdad, de verdad de la buena, están ahí...pues lo has hecho
Gracias por el testimonio. Se agradece tu disposición y tinta sensible para traernos realidades que se nos ocultan, o que no las vemos. La impotencia es muy difícil de dibujarla en el revés de un comentario. Un abrazo y ánimo a los utópicos.
Hay que ver, Inma, cuando una cree que ya no te puedes superar, pasas a un nuevo nivel. Tremendo.
Reitero las gracias, Inma.
Dibujo: 10
Testimonio: 10
Compromiso ético y social: 20
Saludos y viva la utopía.
Gracias Inma, por tener el corazón en tu pincel.
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