Jarreaba agua, Clara limpiaba una mesa de bar que un pentel espachurrado había manchado, Urumo, casualmente se llama como yo, Amparo un encanto como siempre. Torico, Catedral y 5 horas y media de Fonda del Tozal ( es que es como un museo de, con todo el cariño del mundo, personajillos).
El carácter cercano del turolense hizo que hasta el dueño de la Fonda del Tozal se animara a dibujar con nosotros.
Disfruté como un enano y es que ver a estas joyas del sketch en plena acción y charlar y aprender de ellos es un lujazo.
3 comentarios:
¡Y tú que lo digas!. Gracias por el buen ratazo que nos pegamos. Un saludo a la sufrida de Cristina que nos aguantó a nosotros y a la lluvia.
¡Gracias por ese retrato Muaré!
Sí, colores alucinantes y brillantes, muy dificiles de conseguir. La acuarela se creció con las gotas de lluvia.
Publicar un comentario