Ahora sí que ya estamos de vuelta y como voy haciendo la maleta para Lisboa toca vaciar los bolsillos. Toca escanear los cuadernos que se han quedado arrinconados. En agosto dibujé poco. Viajé pero sin sacar el cuaderno, necesitaba una cura de desinfección de cuadernitis aguda. Luego tocó pintar paredes y no dibujé. Curiosamente me volvieron las ganas en un Café- concierto en las fiestas de Orés, tracé algún garabato y pensaba recuperar el ritmo, pero nada, espero que ya sea en Lisboa. Aquí os traigo la cosecha del verano 2016.
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