El primer fin de semana después de Santo Domingo estuve dibujando en Vic. Fuimos unos cuantos de Barcelona y nos encontramos allí con el grupo que se ha ido formando alrededor de la Escola d'Art i Superior de Disseny.
Empezamos dibujando El Sucre, una antigua fábrica de azúcar convertida en centro cultural. Muy dibugénico diría yo, la mezcla de estilos y materiales me parece bastante armónica.
Luego nos fuimos al centro, a dibujar la Plaza Mayor, un lugar al que tengo un particular aprecio. Porque me parece bellísima, por el suelo de tierra, por el mercado de los sábados... Es una cosa especial ver cómo el mercado se va desmontando y va desvelando todas las fachadas y te deja en una especie de entorno fuera del tiempo, entre medieval y romántico. El primer dibujo fue un boceto rápido que me llevó un par de minutos que me dejó un tanto insatisfecho porque nunca acabo de encontrar el equilibrio entre soltura y precipitación así que...
...cambié un poco de lugar e hice otro más tranquilo (me llevó una media hora larga) mirando en dirección diametralmente opuesta a la del dibujo que hice hace un tiempo desde el centro de la plaza.
Luego nos fuimos a comer a Seva y a los postres volvimos a sacar los cuadernos.
Un buen día.
3 comentarios:
Yo tampoco encuentro el equilibrio entre soltura y precipitación, Miguel, aunque creo que tú si lo tienes en ese dibujo. Y me encanta el término "dibujénico". Habría que incluírlo en la lista de tecnicismos propios de nuestro oficio, como "cuadernitis" que leí en este blog por primera vez...
Gracias Patricia, no sé qué decir del resultado pero en general me gusta más encontrar un mínimo de tranquilidad y tratar de convertir la velocidad en fluidez (meditativo, zen... all that stuff). Me gusta más lo que sale y me lo paso mejor cuando lo hago. Y quisiera aprender a mantenelo cuando dibujo deprisa porque lo cierto es que a veces no hay más remedio. Cuando sea mayor lo lograré.
En el mercado he visto a Mingote. En todos a un profesional.
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