Me anunciaban emocionados que ahora ya sólo tocaba por mi parte decidir que árbol quería ser y dónde quería plantarme. Me recomendaban que lo hiciera para Enero, de ese modo para finales de Febrero, primeros de marzo florecería.
Me he despertado.
Ayer soñé que me llamaban de un pueblo pesquero porque sabían que era experta en meter ballenas en botellas y ellos tenían una en su playa. Me dirigía hasta allí botella en mano, y los paisanos estaban intrigados en mi proceder. Coloqué la botella al lado de la ballena y...me desperté...igual de intrigada que los pescadores en cómo lo hacía. Me surgió la duda de si la ballena se haría tan pequeña como la botella, o la botella tan grande como la ballena.
¿De dónde vienen estos sueños?. Seguramente porque llevo varada en mi casa desde el 4 de Diciembre y últimamente sólo dibujo árboles desde mi ventana.
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7 comentarios:
Pues son magníficos, como los sueños.
Yo, que estaba entre los paisanos de la playa, no dudé de que el embotellado era transitorio para la ballena. Ya tú sabes.
Me gustan los árboles en general y cuando paseo por el monte a veces los acaricio, pero tus árboles me han hecho entender tu sueño. Gracias Clara
Puedo ver tus sueños, Clara, desde que comenzaste a dibujar el primer árbol.
La parte del mar me recuerda a un poema en prosa de Yves Bonnefoy, en el suyo no había ballenas, pero había sueño.
Era el espacio del sueño donde sin movernos avanzamos, donde ya sabemos lo que no obstante ignoramos —y donde simulamos enfrentar una “misteriosa frontera” porque en realidad queremos escapar a la evidencia de otra, la que impone a la inteligencia el conocimiento de la finitud. Yves Bonnefoy
Pero si éste es mi sueño, ¿qué es para mí la luz de aquí, o de hoy, y qué encuentro en ella? Son sólo carencias cuya grandeza es el deseo, y la frecuentación un exilio. Yves Bonnefoy
Gracias Teresa, eché la red de las comunicaciones para recoger peces y tú me señalas el banco. Me sentaré para hacer acopio de tanto esplendor en las escamas.
Me encantan tus sueños. Podemos cambiar de identidad sin traumas, porque somos muchas cosas ahí dentro.
Me encanta que te encanten y también me encantan tus palabras
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