Y llegamos a Peniche y tomando un café hice este dibujo de la fortaleza que sirvió de carcel política en tiempos de la dictadura Salazarista y que hoy es un museo de la resistencia y la revolución (hecho de menos algo parecido en nuestro país).
Al día siguiente vamos a ver la Abadía cisterciense de Alcobaça y un poco antes tomamos otro café que sirve para otro dibujo del que parece el dueño de la cafeteria Trindade mientras lee el periodico.
Al día siguiente vamos a ver la Abadía cisterciense de Alcobaça y un poco antes tomamos otro café que sirve para otro dibujo del que parece el dueño de la cafeteria Trindade mientras lee el periodico.
1 comentario:
Tienen esa saudade portuguesa que tanto me gusta. Por aquí hacemos nuestra pequeña revuelta de los cuadernos. Por algo se empieza.
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