Como ya os avanza Antonio, fuimos más que de avanzadilla de supervisores (como los de la estrella Michelín, pero nosotros versión cuadernos), para que todo esté apunto para el 25 y de paso conocer y saludar a Felix, el artista del corte del jamón. Una bellísima persona: buena conversadora, divertida, amena y generosa. Nos ilustró acerca de muchas cosas, que no os voy a contar porque seguro que no lo hago con tanta gracia y acierto como nuestro anfitrión, y ya os lo contará él en directo.
Le comentaba a Felix que la intención de "de vuelta con el cuaderno" es que el cuaderno nos facilite conocer el mundo y convivir con sus habitantes, que es lo que más enseña y se disfruta.
Además tenemos cosas en comú: el cuaderno tiene tapas y chicha... como él en su Jamonería. Nuestra filosofía de vivir es similar: tan sencillo como que hay que disfrutar de lo bueno, cuantas más veces...mejor.
Al final Antonio y yo resolvimos concederle a La Jamonería la máxima puntuación en el ranking de espacios recomendados para echarte un buen vino, una buena tapa, una buena conversación y por supuesto...un buen dibujo.
De regreso aún me dió para echarme un dibujo en el tranvía y eso que pasaron dos veces los revisores.
5 comentarios:
Tú si que eres una maquinica, aún te dio tiempo a plasmar el "juguete" del Sr. Belloch ?
Entiendase el TRANVIA de la Muy Ilustre, Inmortal y Heroica Ciudad de Zaragoza ????? Puaff.
Que actividad!!!, Si que os cundió el rato en la jamonería, están muy bien, como dice Antonio eres una maquina.
Que buenos esos jamones, con esas sombras azuladas recortándolos. Así dan mas hambre.
Unos figuras esta pareja. ¡Qué chulos los dibujos y qué velocidad haciéndolos!
También hay que decir que los modelos posaron con todo su estilo (me refiero a Andrés y a los jamones, claro ;-)
Un saludo y hasta el sábado
Félix
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