Dicen que España es el sitio ese donde uno trabaja y los demás supervisan. La cosa adquiere un significado especial cuando uno dibuja por trabajo y los demás acompañan por pura diversión. Es lo que pasó hace unas semanas cuando Víctor tuvo que ir a hacer un dibujo de los Pabellones Güell para un libro en el que está trabajando, y unos cuantos decidimos ir con él. Para supervisar (digamos).
Como el chico suele hacerlo bastante bien y había poco que supervisar, nos pusimos también nosotros a dibujar. A mí me atrajo un detalle de la fachada por su curioso diseño de ladrillos y baldosines. La figura alta de la izquierda se supone que era —según alguien me contó de la historia del guarda— el árbol de las manzanas de oro mencionado en el poema L'Atlàntida de Jacint Verdaguer. Algún detalle debió de perderse en las sucesivas versiones porque horas después, al investigar el texto, las manzanas resultaron ser naranjas.
3 comentarios:
Lo tuyo es la construcción, espero que no te afecte la crisis...¡qué bueno!.
Pero qué bien se te ha dado la supervisión, Miguel...
Es que es mejor no dejar solos a los currantes, pobres.
Publicar un comentario