AVERLY, PATRIMONIO INDUSTRIAL Y ARTÍSTICO, ¡YA!

En apoyo a la iniciativa de salvar la Fundición Averly, S.A del derribo para hacer pisos y muy sensibilizada por el tema, ayer decidí emprender mi particular batalla, que creo que me será difícil mantener por falta de tiempo.

Después de clase acudí un rato a dibujar delante de su fachada. Todo cerrado menos dos puertas que se abrieron y cerraron para dar paso a un coche y salir una señora, por lo que deduzco que aún hay vida más allá de la verja. Que no sólo los gatos que "perfuman" el ambiente habitan ese maravilloso y actualmente inhóspito lugar. Metes un poco la nariz, los ojos, a través de la forja y te encuentras con un jardín romántico apoderado por las hierbas pero que mantiene su señorío y misterio. Dos cabezas escoltan una entrada de la casa. Don Antonio Averly ,de Lyon, y su mujer a la que le dedicó la vivienda. Entre la vegetación mantienen una conversación en un silencio interferido por cantos de pájaros y ruidosos motores que inundan todo. Ahí, como un pasmarote con cuaderno en mano, garabatee pensando en el penoso futuro que le preparan a este bonito y singular espacio.Su grandeza no está en lo que se ve, sino en lo que oculta y mantiene dentro. Un pedazo de historia de esta ciudad que nuevamente, parece ser, que quiere hacer alarde de nueva rica y destalentada, y lo poco que le queda que merezca la pena se lo quiere cargar. Eso sí, acumularemos Museos de Arte Contemporáneo sin obra, plazas duras, y mobiliario urbano francés, siendo que hemos tenido una fundición que ha abastecido de él a toda España y que era un lujo y un gusto ver las farolas, los bancos y las fuentes que salían del mismo centro de la ciudad y que la honraban dando carácter y estilo. Pero,...no somos nada...y nada se puede esperar...