Siempre
me había planteado la visita a un museo de principio a fin, como el que se lee
un libro del tirón o se come una caja de bombones de una sentada. Hoy en día he
aprendido a disfrutar de aquellas piezas que llaman mi atención, las disfruto
de manera diferente, fijándome en matices que aveces, una simple mirada no me deja ver.
Si
además te llevas de recuerdo un par de dibujos, las expectativas iniciales ya
han sido cubiertas.
4 comentarios:
El caballero modernista se sienta en el banco cuando cierras el cuaderno. ¡Qué lujo dibujar en el MNAC!
Me reconozco en esa manera de visitar algún museo, por una pieza concreta, a veces sin desentrañar la razón del vínculo, y acabas un día entrando en él como quien busca a los amigos en un concierto.,,
¡Que buena reflexión!. Me recuerda que hace muchos años, cuando era estudiante, estuve enamorada de una escultura del Círculo de Bellas Artes de Madrid (cuando no se pagaba entrada al café;) a la que visitaba tan frecuéntemente -le hacía algún dibujo- como me lo permitía vivir a menos de 500m. Los conserjes me tenían fichada. Cuando tardaba en volver, me sentía un poco culpable, como si la hubiera abandonado. Tendré que buscar -si no los tiré- aquellos apuntes, de ese embelesamiento por una obra de arte.
La verdad que los museos son como árboles frutales que están para "consumir arte", como quien come una fruta, pero siempre nos queremos llevar una caja entera, y comertelo en casa y de una sentada, no es lo mismo. Los de Provincias que no tenemos grandes Museos, nos conformamos con los atracones, pero nos gustaría podernos tumbar, sin prisa, a la sombra del frutal y deleitarnos plácidamente con la fruta fresca.
Buenos dibujos¡
¡Buena inspiración! Es que estos dibujos son muy poéticos.
Muy bien Urumo, y en la otra pagina el libro lo dejo encima del sofa al cerrar.
Clara si yo fuera la figura del Circulo te echaría de menos seguro.
Gracias Amparo.
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